Justicia achaca el problema a un fallo de su depuradora tras las riadas de junio y dice que «se resolverá ya»…
Aguas negras. Por el pequeño río Nebarako baja un líquido viscoso y oscuro que desemboca en el embalse de Ullíbarri-Gamboa, principal fuente de abastecimiento de Vizcaya y Vitoria. La causa, según pudo comprobar ayer mismo EL CORREO, es un desagüe del saneamiento del Centro de Reeducación de Menores Penados de Arrazua-Ubarrundia, dependiente de la consejería vasca de Justicia, Empleo y Seguridad Social. La sequía estival ha ayudado al estancamiento del cauce y a la formación de pozas, pero una tormenta puede mover este volumen de agua contaminada con mucha rapidez. Apenas 50 metros alejan la boca del desagüe de la orilla del pantano