POR AISSA M. GARCIA GARCIA
En Cuba, que es uno de los países con mayor investigación en este campo, se aplica para atacar un sinnúmero de enfermedades o trastornos que van desde el sueño y la ansiedad hasta la gastritis, la artrosis, artritis reumatoidea, las dolencias cerebro-vasculares y degenerativas del sistema nervioso, la parálisis cerebral infantil, la esclerosis lateral amiotrófica, demencia senil, osteoporosis, hernia discal, el asma bronquial, las insuficiencias venosas y arteriales, las lesiones ostiomiarticulares, los síndromes de mala absorción intestinal, y los problemas inmunológicos, entre otros.
Este gas se forma de manera natural por la acción fotoquímica en la atmósfera terrestre, donde es elemento vital como filtro de los rayos solares. Sin embargo, para fines terapéuticos de salud se puede fabricar de manera artificial con técnicas modernas. Introducido al organismo en pequeñas cantidades, permite mejorar la calidad de vida de los humanos debido a sus propiedades moduladoras del sistema inmune, anti-infecciosas, estimulantes del metabolismo del glóbulo rojo y del oxígeno, así como reguladoras del llamado estrés oxidativo, este último asociado a unas 250 enfermedades o trastornos.
Los especialistas cubanos Irina Wilkins Pérez y José Luis Colunga Fernández aseguraron que el campo de las aplicaciones médicas del ozono es tan amplio como las oportunidades de elevar la calidad de vida del individuo. Si bien no sustituye ningún tratamiento, afirmaron, mejora y acelera su efectividad pues resulta factible en casi el 90 por ciento de todas las enfermedades debido a sus efectos sistémicos. El Dr. Colunga Fernández, quien trabaja en el Centro de Investigación del Ozono (CIO) en Cuba, explicó que este gas –que se absorbe y distribuye rápidamente en el torrente sanguíneo- se ha venido utilizando desde hace años en países como Alemania, España, Italia, Japón, Estados Unidos, Rusia y Cuba, que hoy goza de prestigio a nivel mundial por sus aportes al desarrollo de tratamientos con enfoques clínico-investigativos que demuestran tanto la eficacia como la ausencia de daños en las aplicaciones médicas de este gas.