Los ozonizadores (Foto cedida por Rilize) sirven para producir ozono una -molécula que contiene tres átomos de oxigeno- mediante descargas de alta tensión eléctrica con poca intensidad llamada efecto corona, que produce ozono y también iones negativos. La generación de ozono tiene aplicaciones cada vez más extendidas en el tratamiento y purificación de agua, eliminación de malos olores, electromedicina, ozonoterapia, blanqueo de pasta de papel, etc.
El ozono no se puede almacenar ni transportado su fabricación se tiene que realizar in situ por los ozonizadores, es menos estable que el oxígeno diatómico como otros gases industriales. El motivo es que rápidamente se convierte en oxigeno, y por ello debe ser producido en el lugar donde será empleado. Los ozonizadores más comunes son los que trabajan a efecto corona, con frecuencias que oscilan entre 600 Hz hasta 2,5 Khz, y con voltajes entre 4 kV y 15 kV. El factor principal que origina la generación del ozono por parte de los ozonizadores es la baja temperatura del agua refrigerante, cuanto mejor es su enfriamiento, mejor es la síntesis y concentración del ozono. Sus propiedades antisépticas son de aplicación tanto a nivel domestico como industrial.