Dentro de los métodos sencillos y complementarios para combatir el virus, podrían ser de utilidad algunas prácticas sanitarias. En los colegios y guarderías habría que programar la triada de limpieza a fondo, ventilación del local y desinfección ambiental, al menos una vez a la semana en horario nocturno. En este colectivo, tampoco puede obviarse la presencia de piojos, que actúan como factor irritante y disminuyen las defensas biológicas de los niños. La misma metodología debiera aplicarse en bares y restaurantes, donde en algunos casos, además, los servicios están en pésimas condiciones sanitarias y el lavado de la vajilla es muy superficial. En realidad, en cualquier local de reunión colectiva puede aplicarse este método sanitario. Y tampoco se puede descartar la utilización de generadores de ozono como desinfectante, que además elimina los malos olores.