En los laboratorios del Consorcio de Aguas se controla la calidad del agua de los embalses, la que llega y sale. Además, se toman muestras en distintos puntos de la red general de abastecimiento.
Responsables del Consorcio indicaron que la planta ha sido equipada «para garantizar la seguridad y confortabilidad del personal y asegurar el adecuado tratamiento de los residuos que se generan».
Estas nuevas instalaciones están situadas en la planta baja del edificio de Ozono y tienen más de 2.050 metros cuadrados, repartidos entre el laboratorio de ensayo y el almacén.